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A finales de la segunda guerra mundial, el ejército nazi quiso experimentar y utilizar la ciencia para un proyecto ultra secreto "Die Glocke", The Bell, (la Campana Nazi). El responsable de ese proyecto o el que estaba al mando era el misterioso General de las SS Hans Kammler, un ingeniero científico que había estado involucrado también en el desarrollo de los misiles V-2, aviones reactores, alas volantes, ovnis nazis, y construcciones subterráneas, entre otros proyectos. También diseñó muchos de los Campos de Exterminio nazis y los hornos del horror, entre ellos el de Auswitch. Hans Kammler era un personaje muy importante dentro de la tecnología militar nazi, pero que sin embargo, podría haber investigado sobre las teorías de su paisano el judío y recién huido a Estados Unidos, Albert Einstein. Este personaje, además resultó poco conocido, ya que después de la 2ªguerra mundial, el gobierno norteamericano tampoco tenía interés en divulgar la trayectoria tecnológica y los logros científicos de los ingenieros nazis como Kammler.

La campana nazi tenía 2 cilindros giratorios que contenían una sustancia parecida al mercurio, llamada Xerum 525, y cuando giraban en sentido contrario desprendían un brillo de color violeta. El exterior del artefacto estaba forrado con material de cerámica (curiosamente los transbordadores espaciales de la Nasa, como el Columbia, estaban envueltos en su capa más superficial por un revestimiento de losetas de cerámica, que hacen la función de aislante térmico).

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Die Glocke la campana nazi 

 

¿ Qué era la Campana nazi y paraqué servía?

Cuando se ponía en funcionamiento la Campana, los dos tambores rotatorios giraban contrariamente y el objeto se elevaba como los antiguos Vimana (mítica máquina voladora hindú, descrita en la antigua literatura de la India. Se pueden encontrar referencias sobre este artefacto incluso su utilización en asuntos de guerra, en textos hindúes antiguos, podía volar por el aire y hasta otros planetas ). Esta campana, como el Vimana se podía desplazar; además el artefacto despedía unas radiaciones que podrían haber afectado a los científicos del proyecto. Era el primer prototipo de motor anti-gravedad que además el científico e inventor Nikola Tesla podría haber ya utilizado y desarrollado anteriormente (utilizando la energía electromagnética de la tierra). Este proyecto abrió un camino nuevo en el campo de la física y la tecnología. De este modo este ingenio técnico podía servir como el sistema de propulsión para los secretos ovnis nazis que se estuvieron desarrollando en la última fase del Tercer Reich.

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Replica de la campana nazi. Se exhibe en un museo como muestra de que este proyecto fue real y permitía viajar en el tiempo.

 

Sea como fuere Die Glocke, la hacían levitar y rebotar sobre una base en forma de anillo decagonal, que supuestamente estaban cargadas eléctricamente, como una bobina dentro de un rotor de un motor eléctrico de inducción convencional (inventado y patentado también por Tesla). Junto a una fábrica abandonada se encuentra el Anillo de pruebas, los respiraderos subterráneos, y la entrada al complejo de experimentación de la Campana. Igor Witkowski es un investigador polaco de tecnología militar que ha pasado más de 20años estudiando el ingenio prodigioso de la Campana nazi. Este investigador polaco se puso en contacto con el periodista Nick Cook, especialista en temas aeroespaciales y de defensa, que trabaja para la revista Jane’s Defense Weekly. Nick Cook se interesó por la información que Igor Witkowski tenía sobre los proyectos tecnológicos de los nazis, y especialmente por la Oficina de desarrollos secretos, la "Kammlerstab", que dirigía Hans Kammler. Igor Witkowski mostró a Nick Cook el campo de operaciones del proyecto de la Campana nazi, la mina de Ludwigsdorf, el anillo de pruebas de la campana, los respiraderos subterráneos y demás instalaciones relacionadas, donde supuestamente los nazis desarrollaron ese proyecto tecnológico con el cual querían además de ganar la guerra, sorprender al mundo de mediados del siglo XX. Era en la región montañosa de la frontera checa, entre los Sudetes y la Baja Silesia, y junto a la aldea de Ludwigsdorf, donde se encontraba una mina en la que los nazis desarrollaban el modelo revolucionario anti-gravitacional llamado Die Glocke.

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Estructura en forma de anillo en forma de decánogo, donde supuestamente hacían rebotar la campana con cargas de energía electromagnética.

 

Cuando el Ejército soviético estaba llegando a la aldea de Ludwigsdorf, hoy llamada Ludwikowice, el oficial de las Waffen SS, Karl Sporrenberg, por orden directa de Hitler, llevó a cabo la ejecución de 62 científicos nazis que trabajaban en el proyecto Die Glocke; el prototipo secreto posteriormente habría sido trasladado a una zona de seguridad en Noruega. Sporrenberg sorprendentemente fue juzgado y condenado como “criminal de guerra” por esos hechos de genocidio. Lo cierto es que después de la guerra nunca más se volvió a saber de la Campana nazi ni del General Hans Kammler; desaparecieron con su secreto. Algunas teorías dicen que la Campana fue trasladada en un avión de carga, haciendo escala en Barcelona, España, hacia el cono suramericano, entre Chile y Argentina, o incluso a la zona de la Antártida. Y otra línea de investigación apunta a que la Campana fue llevada a Japón. Algunas fuentes apuntan de que el mismo Kammler podría haber hecho uso de su invento y habría desaparecido en el espacio- tiempo (puesto que ese era el objetivo final del proyecto, la utilización del espacio-tiempo o dicho de otra manera trasladarse con ella a otro tiempo). Lo más sorprendente de la Campana nazi era, que este proyecto secreto había sido desarrollado con los nombres de Kronos (tiempo) y Lanterntrager (portador de luz), figurando en los documentos secretos extrañas referencias a una "Puerta del Tiempo". Parece que el verdadero secreto de Die Glocke, The Bell, la Campana nazi, es que podía ser una "Máquina del Tiempo", que para funcionar, necesitaba activar sus sistemas, propulsores giratorios y realizar al mismo tiempo pequeños desplazamientos aéreos. Y es que, efectivamente, una máquina del tiempo podía ser una gran arma efectiva, el arma definitiva, para cambiar el curso de la guerra.

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Hans Kammler a la izquierda de la imagen. Fue el responsable nazi de este proyecto.

Hitler, conocido masón y hombre místico, creía que como los hindúes contemplan en sus creencias, el universo está lleno de varios planos o niveles y que era posible ir del futuro al pasado y vice-versa. El 9 de diciembre de 1965, un objeto volante desconocido, con forma de bellota o de campana, se estrelló en las proximidades de la localidad estadounidense de Kecksburg, en Pensilvania. Este suceso fue conocido en el estudio de la Ufología como el caso de Kecksburg. El artefacto tenía inscripciones extrañas (a modo de símbolos), al igual que la campana nazi, y fue recuperado rápidamente por las fuerzas militares. Muchos testigos vieron el extraño suceso. Todo hace pensar que el ovni de Kecksburg era el resultado del desarrollo del proyecto de la campana nazi. De hecho, la hipótesis más probable de todas es que tanto Hans Kammler como la Campana nazi acabaron en las bases secretas del gobierno estadounidense, protegidos con el máximo secreto, dentro de la "Operación Paperclip" en la que al final de la Segunda Guerra Mundial, el estado mayor de los Estados Unidos inicia esta operación a espaldas del presidente Roosevelt. En algunos años, cerca de 1 500 científicos nazis son sacados de Alemania y reclutados para trabajar contra la URSS comunista, con la cual posteriormente entraría en conflicto tecnológico (tanto nuclear, espacial, como armamentístico).

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Todo hace pensar que el ovni de Kecksburg era el resultado del desarrollo del proyecto de la campana nazi. 

 

A principios del siglo pasado, la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein sostuvo que nada en la naturaleza puede viajar más rápido que la luz. pero que cercana a esa velocidad de 300.000 km por segundo el espacio y el tiempo se contraen con lo cual se puede viajar del pasado al futuro y vice-versa. A lo largo de espacio hay energía. ... es una mera cuestión de tiempo hasta que los hombres tengan éxito en sus mecanismos vinculados al aprovechamiento de esa energía. Nikola Tesla (10 de julio de 1856 – 7 de enero de 1943).

J.L.N.G. El Anunnaki del siglo XXI Tiamat_2.jpg - 12.45 kB  3-5-2013

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