“Los dioses no existen, tan solo son seres poderosos venidos de los mundos lejanos de fuera de la Tierra, el conocimiento de estos hechos y de su intervención en la evolución del hombre, nos hacen libres del miedo que les tenéis a sus servidores” (Platón)
En el pueblo Cacereño de el Casar se descubrió esta curiosa estela granítica con una extraña figura antropomorfa, posiblemente de época tardorromana, siglo II a. C. aunque para algunos es celtibérica, localizada y dada a conocer hace unos 35 años por un druida Cacereño, quien la encontró empotrada en el muro perimetral del cementerio de la localidad del Casar de Cáceres (a unos 11km de la capital cacereña ). Actualmente ha sido trasladada desde su emplazamiento original y se encuentra recogida en una sala, dedicada a epigrafía romana, del Museo Arqueológico Provincial de Cáceres. Su rara cabeza, sonriente, con cabellos en forma de casco y ojos achinados, sus abultados hombros y las gruesas botas altas que calza (parecidas a la de los astronautas de la Nasa), parecen decirnos de que se trata de un ser especial o extraño para alguien que pertenece o que podría haber vivido en esa época. El bajorrelieve antropomorfo sirve como soporte a esta inscripción de carácter incierto con caracteres latinos y letras capitales cuadradas que han desatado la imaginación de muchos y el interés de algunos epigrafistas e historiadores que no acaban de descifrar de forma definitiva la inscripción que lleva grabada en el pecho y dice así:
I.D.T.
N.I.N.
ILVCIA
SP.N.A.
SVB.DIE
CH.A.
S.N.
Tan solo la tercera inscripción o escritura “ILVCIA” (ILUCIA) la cuál aparece rotulada a la altura del pecho y que según el geólogo Juan Gil puede tener su raíz en “Lux-lucis” o dicho de otro modo, luz; ha sido identificada por lo eruditos y expertos en traducción de escrituras romanas y antiguas con la deidad celta Lug, (máxima deidad celta portador de luz) y también relacionado con el dios íbero Baelisto (deidad de culto y en honor al sol), puesto que ambos dioses eran adorados por los pueblos celtíberos.
Acerca del significado de las otras inscripciones existen diversas teorías, pero todas ellas confluyen en desconocer el significado del grabado de la estela, pese a los esfuerzos tiene una difícil traducción o no se encuentra un sentido en ellas lo que aún aumenta el misterio de a quién podría haber pertenecido o haberse dedicado esta estela.
¿Podría tener relación esta estela dedicada a un extraño ser, con las historias relacionadas con seres extraños, o darnos razones a los que creemos en las teorías de los “antiguos astronautas”?. A mi modo de ver las cosas sí, puesto que el grabado coincide con las características de un ser alienígena; y además, alimenta esta teoría la difícil comprensión de los textos que a modo de leyenda suelen acompañar a las estelas funerarias normales antiguas que se dedicaron o hicieron en honor de muchas personas contando alguna característica, rasgo o peculiaridad de los vivieron y murieron en la Iberia tanto tardoromana como la paleocristiana.
Seguidamente hago una transcripción textual del trabajo efectuado por R. Hurtado de San Antonio
I.D.I.
M.I.M.
ILVCIA
SP.M.A
SVDLIE
CK A
S .N.
Descripción:
Se trata de una estela antropomórfica de granito gris que representa, simétricamente enmarcada, una extraña figura humana, desnuda, frontal, de cabeza abombada, ojos orientales sonrientes, largo cuello, hombros levantados, brazos pegados al cuerpo, piernas desproporcionadas y musculosas, y pies calzados con unas gruesas botas. La figura es frontal, excepto las piernas y pies que están de perfil.Su característica más peculiar -vista de conjunto- es su ingenuidad.Está tallada a bajo relieve. Su conservación es perfecta y milagrosamente intacta a pesar de hallarse durante muchos años empotrada en el muro SE del cementerio del pueblo. Recientemente hemos logrado trasladarla al Museo Provincial de Cáceres.Mide 1'12 x 48 x 17 cms. La estela está enriquecida con la inscripción que hemos copiado al principio. Son letras latinas, grabadas profundamente, de 5 cms. de altura, puntos elevados muy marcados, en algunos casos sobre las letras.Las
A
no tienen trazo trasversal y la
E
carece del central. La única que desentona del alfabeto latino es la segunda letra de la 6.ª línea, muy similar a la
h
y a la
k
de las letras cursivas de Pompeya. Por el tipo de letras: la
S
casi línea recta, las
V
triángulos isósceles abiertos, y su tosquedad, podemos aventurar que son del siglo I después de Cristo. Digo aventurar, aunque no descarto la posibilidad de que sea posterior, ya que la romanización fue lentísima en nuestra provincia.
Análisis del texto:
Aunque nos encontramos ante letras latinas, sin embargo, a la hora de interpretar el texto, nos vemos imposiblilitados de emplear los clichés de las transcripciones romanas a las letras de la estela que nos ocupa. Podíamos haber hecho combinaciones para que nos encajaran algunas de las fórmulas, pero hubiera sido falseando la historia.Evidentemente nos encontramos ante un texto redactado en lengua indoeuropea céltica (lusitana o vettona), posiblemente influida ya por el íbero, pero valiéndose de letras latinas, hecho frecuente en provincias.La única palabra completa es la de la 3.ª línea: ILVCIA, antropónimo femenino con base ibérica ILV, vinculado con los topónimos ibéricos en ILV (
Ilvcia
al norte de Cástvlo).Por otra parte, tenemos otro testimonio significativo de la existencia de tal nombre en nuestra provincia, concretamente en Trujillo: ILVCIVS (CIL 5279. Suppl.).Desgraciadamente, a pesar de los estudios de las lenguas celtas e ibérica, los textos epigráficos son intraducibles. Este hecho puede constatarse también en dos inscripciones existentes en Arroyo de la Luz (CIL 738 y 739), por el momento, intraducibles.Esta persistencia en utilizar formas indígenas dentro de un contexto y cultura que se iba romanizando, prueban que el elemento céltico e ibérico perduró con pujanza bajo el dominio romano, ratificándolo el crecidísimo número de nombres indígenas, topónimos y deidades autóctonas que registra la epigrafía romana en nuestra provincia y que nos corrobora la existencia de estas inscripciones de Arroyo de la Luz y del Casar de Cáceres, en una zona topográfica que se resistió con terquedad a las influencias culturales romanas.Lo ideal sería hallar otra Piedra Rosetta que terminara por darnos la clave de las lenguas indígenas de la Península.
Datación:
¿Se puede datar realmente la estela? ¿Corresponde la inscripción al relieve figurativo?Ante estas y otras preguntas posibles sólo puede contestarse por conjeturas. Personalmente dos soluciones se me ofrecen:1.ª Que se trate de una estela céltica (lusitana o vettona) de finales de la Edad del Hierro (siglo II antes de Cristo), en honor de una deidad funeraria indígena, influida ya por el cultivo de la forma humana propia de los íberos. Posteriormente, la inscripción se hizo en época romana aprovechando la existencia de la estela para grabar las letras latinas.2.ª Que haya una perfecta correspondencia entre la estela y la inscripción, esto es, que tanto la forma humana representada como el texto enmarcado en ella fueran realizados en la misma fecha. Yo me inclino hacia esta segunda posibilidad, pues se aprecia una indiscutible coordinación y unidad entre letras y figura, incluso hay similitud entre la tosquedad de relieve figurativo y la grabación del texto. La situaría por la segunda mitad del siglo I después de Cristo. No creo posible que la estela y su grabación daten del período visigótico, ya que las inscripciones de tal época se caracterizan por el empleo de fórmulas latinas-cristianas y la casi ausencia de abreviaturas. Resumiendo: se trata de una estela antropomórfica funeraria, representando, bien una deidad de ultratumba, bien la figura, ingenuamente concebida, del difunto o difunta
Ilvcia
con una inscripción celtibérica, pero con caracteres latinos y, de momento, intranscribible e intraducible. Recientemente y gracias a mi insistencia se trasladó al Museo Provincial.De la existencia de esta piedra supieron los señores Sánchez Paredes y Callejo Serrano, sin embargo, su lectura difiere de la mía.
(Lectura de A. Sánchez Paredes)
I.D.T.
N.I.N.
ILVCIA
SP.N.A
SVD LIE
Ch A
S .N.
(Lectura de C. Callejo Serrano)
I.D.T.
N.I.N.
ILVCIA
SP.N.A
SUB DIE
Ch A
S .N.
Haciendo, mis cábalas y conclusiones solo puedo opinar de que se trata de una estela dedicado a algún tipo de astronauta ancestral de la época tardoromana o incluso quizá anterior a esta.
Estela funeraria del antopromorfo de el Casar en su enclave natural incrustada dentro del muro del cementerio del pueblo extremeño.
Actualmente la estela se exhibe en el Museo Arqueológico Provincial de Cáceres.
J.L.N.G. “El Eco de la Historia” Julio 2013